lunes, 15 de enero de 2018

La española desaparecida en Perú murió en un accidente de tirolina


La policía detiene a dos guías turísticos por ocultar los hechos y arrojar el cadáver a un río caudaloso


La joven de origen ecuatoriano y residente en Valencia que desapareció el pasado 2 de enero en Perú, Nathaly Salazar Ayala, murió tras sufrir un accidente de tirolina. Según confirmó la Policía, la chica habría fallecido el mismo día de su desaparición pese a que el cadáver no fue encontrado en los primeros operativos de búsqueda. La Policía Nacional de Perú ha detenido a dos guías turísticos por ocultar la muerte accidental y arrojar el cadáver a un río caudaloso
 

Los dos individuos arrestados son el dueño y un trabajador de un servicio de transporte rústico elevado similar a un teleférico, que ofrecía a los turistas una visión panorámica del Valle Sagrado de los Incas, según informó la agencia Efe. Los dos presuntos implicados fueron detenidos el sábado por agentes del Departamento de Investigación Criminal (Divincri) de la Policía Nacional de Perú en la localidad de Maras, cercana al sitio que Salazar dijo que iba a visitar el pasado 2 de enero.


 Los detenidos aseguraron que la joven sufrió un accidente que le causó la muerte, al golpearse mientras usaba el aparato, que consiste en una canastilla sostenida con cables elevados, y que por temor ambos tomaron la determinación de ocultar su cadáver y luego arrojarlo a las aguas del río Vilcanota-Urubamba, en un sector conocido como Paucarbamba.


Salazar, de 28 años, salió el 2 de enero de un hostal de Cuzco para visitar las ruinas de Maras y Moray, un destino turístico al que se llega en pocas horas, pero no regresó y su teléfono móvil permanece desconectado desde entonces.


El Valle Sagrado de los Incas se extiende a lo largo del río Urubamba, a 15 kilómetros al noreste de la ciudad del Cuzco, y es una zona campesina preferida por el turismo debido a su menor altitud y clima más cálido que la capital cuzqueña. Hasta la detención de los dos guías turísticos, la Policía no había encontrado pistas sobre Salazar, a excepción de las imágenes grabadas por las cámaras de vídeo del hostal.


Los padres de Salazar viajaron a Perú para seguir de cerca el dispositivo de la policía, que también buscó a la joven en la ciudad de Cuzco, ya que nadie la vio subir al autobús que traslada a los turistas a las ruinas de Moray. La vecina de Valencia llevaba una tarjeta de crédito, pero la Policía y sus familia no detectaron ninguna extracción de dinero desde su desaparición.



http://www.elcorreo.com/politica/espanola-desaparecida-peru-20180114212212-ntrc_amp.html



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