martes, 15 de mayo de 2018

Me repugna Israel


 
Al mismo tiempo que se masacraba a un pueblo, una descerebrada decía cuánto quiere a su país y lo orgullosa que está de él, y el psicópata de su presidente hacía la 'gallina' frente a la prensa como guiño a la victoriosa representante de Israel en el programa de lavado de caras Eurovisión. 
 
Nunca diría semejante cosa de ningún otro país, me parecería demasiado estúpida e injusta una generalización así, porque los países, por norma y con muy pocas excepciones, son solo el marco geográfico y administrativo resultante de la codicia de unas pocas familias durante un periodo histórico, y sus habitantes no dejamos de ser involuntarios actores secundarios de la obra, carne de cañón en muchos casos y siempre ajenos a las causas de los conflictos.
 
 Hoy eres prusiano y mañana alemán, un día yugoslavo y al otro serbio, o montenegrino o croata, o cualquier otra cosa que disponga lo que para nosotros no es muy diferente del azar, algo que se juega a niveles muy por encima del de nuestras cabezas. Por eso nunca diría que me repugna Francia, Italia o Chile, etc., o al menos no lo diría incluyendo a sus habitantes para dirigirme a un todo homogéneo, aunque buena parte de ellos no dé para más y se haya tragado el cuento de las patrias. Con Israel es distinto, porque hay matices singulares.
 
Y para exponer esas singularidades partiré por comentar que estoy parcialmente de acuerdo con Marx, porque también creo que la religión es el opio del pueblo, aunque lo actualizaría elevándolo a toda fe y no solo a la fe en deidades y paraísos prometidos.


 Pero dejando claro que sí, que como a él también me aterra lo que significa que la religión (lo irracional, lo fantástico, lo mágico) tenga cabida en nuestras sociedades, precisamente por lo mucho y nefasto que eso dice de nuestras sociedades.


Israel, que es un país construido para medrar y por y para la religión, nunca debió existir. Porque si bastante deprimente es que todavía exista la religión (cualquier religión), lo que nos faltaba era conferir carácter de prueba a sus disparates. Y para disparate igual me vale lo de pueblo elegido o lo de las melopeas de Jacob y sus resacas de tierra prometida.


Los que se dicen judíos, como los creyentes y practicantes de otras religiones, no tienen un sexto dedo ni un tercer ojo, no tienen un cromosoma extra ni una biología particular, no tienen un cartel en la frente ni cualquier otra peculiaridad que los hagan diferenciables a simple vista del resto de los mortales y por tanto objetivo del odio ajeno más de lo que lo pueda llegar a ser cualquier otro colectivo autopercibido (o no) de turno, no así, por ejemplo, los involuntarios colectivos étnicos.


 Los judíos no son diferentes de un católico, un hinduista, un budista o un musulmán. Un judío, como un católico o un musulmán, puede ser alguien que simplemente ha nacido en un territorio con una cultura equis y al que se etiqueta como tal o cual por esa circunstancia. El sionismo es otra cosa.


No tengo nada en contra de los judíos que no tenga también en contra de otras creencias y supersticiones. Ya lo he dicho, la fe me parece un cáncer social. Dicho esto, y como no podría ser de otra forma, también digo que respeto el derecho de todo el mundo a creer lo que le venga en gana, y también a reírse de lo que le plazca. 


Y si uno o una quiere pasear a un muñeco y llorarlo, hacer un tostón de ritual antes de comer, o quieren hacerse litúrgica ‘pupita mala’ para contentar a sus dioses, allá ellos, siempre que sea a uno mismo o a otro que dé su consentimiento.


 El problema llega cuando uno está lo suficientemente chiflado como para cruzar el mundo con la finalidad de establecerse en la ‘tierra prometida’ del muy supremacista ‘pueblo elegido’, y todo ello sabiendo que para que él o ella pueda tener espacio (ocupado) en esa ‘tierra prometida’ el Estado va a tener que robar territorio a sus legítimos dueños, asesinándolos si es menester. Y ahí ya cambia todo.


Los judíos de ‘Sion’ no son simples creyentes, como otros tantos. El que está dispuesto a trasladarse a un país que nunca ha pisado, pero del que conoce sus crímenes, para convivir solo con los que considera tan ‘elegidos’ como a sí mismo, a costa del sufrimiento de los demás, sube mucho el listón como para tratarlo de igual a igual con el resto de fieles y creyentes.


 Máxime cuando casi todos esos migrantes parten de un país, EE.UU., en el que no son precisamente tratados como ciudadanos de segunda, y en el que por descontado no sufren ningún tipo de discriminación por su (voluntaria) condición sino casi podría decirse que es todo lo contrario.


Pero igualmente se mudan a Israel, y allí se unen con los que son como ellos e incrementan el nivel de fanatismo que hace falta para que un psicópata como Netanyahu dirija el país de las maravillas.


Son esos judíos sionistas los que, como tantas otras veces, ayer dispararon a bocajarro contra la multitud desarmada que reclama lo que es suyo, y son los que mataron a sangre fría a 58 personas inocentes, incluyendo a niños, e hirieron de bala a miles de manifestantes (130 están en estado crítico).


Tan asqueroso, monstruoso e insoportable ha sido este último episodio en la constante masacre de palestinos por parte del estado genocida de Israel, que hasta alguien tan poco sospechoso de antisionismo como el muy derechista ministro de exteriores, Alfonso Dastis, ha calificado de inaceptable el comportamiento de los sionistas.


Si hasta alguien como Dastis expresa su estupefacción, cómo no va a decir alguien con un mínimo compromiso social y humano que Israel le repugna. Y es que los que no creemos en el más allá ni en la justicia divina, tampoco ponemos la otra mejilla, y a estas alturas no queremos entender sus imposibles motivaciones.


 Por supuesto tampoco queremos esperar a otros juicios que no sean los terrenales, y aspiramos a que esta gentuza asesina y brutal pague el precio de su demente irracionalidad, por mucho que las grandes corporaciones mediáticas a su servicio (el 99%) intenten inútilmente seguir limpiándoles la cara (manchada con la sangre de sus víctimas).


Sin ambages ni paños calientes: Israel me da asco.


 http://iniciativadebate.net/2018/05/15/me-repugna-israel/



Norman Finkelstein duro con una joven en la audiencia



 Muestra de cómo se contesta a la hipocresía o a la estupidez. Parece que esta chica estuvo durante toda la conferencia y no entendió nada. Este clip está extractado de la documental "An American Radical" producida y dirigida por David Ridgen y Nicolas Rossie que se está por estrenar aquí en Buenos Aires.



  
 El episodio sucedió al final de una conferencia en la Universidad de Waterloo. Seleccionado, traducido y subtitulado por Guillermo Azzi.



70 años de limpieza étnica en Palestina




El 15 de mayo recuerda cada año el aniversario de la limpieza étnica en Palestina: la Nakba (catástrofe), cuando 800.000 personas palestinas fueron expulsadas de su tierra por las fuerzas sionistas siendo el origen de los hoy más de 6 millones de refugiados palestinos y palestinas, 70 años después.



Apropiarse de más y más tierra, encerrar a la población palestina en guetos urbanos inhabitables o masacrar periódicamente campos de concentración como el de Gaza, con los ilegales muros que sean necesarios, ha sido el “programa indígena” de todos los partidos sionistas en Israel.

 

El estado-nación colonial impuesto con armas y mitología contra las personas nativas

 

El 15 de mayo recuerda cada año el aniversario de la limpieza étnica en Palestina: la Nakba (catástrofe), cuando 800.000 personas palestinas fueron expulsadas de su tierra por las fuerzas sionistas siendo el origen de los hoy más de 6 millones de refugiados palestinos y palestinas, 70 años después.


El proceso se inició unos meses antes, el 29 de noviembre de 1947 y se prolongó por casi dos años. Cuando la ONU propuso partir Palestina en dos pedazos sin consultar a sus habitantes, los paramilitares sionistas comenzaron un meticuloso plan de rodear y atacar los pueblos palestinos por tres lados para que la población tuviese que huir hacia la dirección deseada por los asaltantes: hacia sus futuros campos de refugiados en Cisjordania, Gaza, Líbano, Jordania o Siria.


La elección por Palestina del 15 de mayo como conmemoración de este crimen sufrido no es casual. El 14 de mayo de 1948 Israel proclamó su estado y cada año celebra su “Día de la Independencia”. Aún está por saber de qué o de quién se independizó Israel, compuesto por personas de múltiples países que acababan de llegar como extranjeras e invasoras a Palestina.


El régimen de Israel siempre ha recurrido a la existencia de un presunto ethnos o pueblo judío para justificar su estado racista religioso. Mitología al margen, ni las personas de religión judía de Etiopía, Bielorrusia o Iraq forman un pueblo, ni las católicas de Polonia, Bolivia o Filipinas forman otro pueblo. Por supuesto tampoco forman pueblos las personas que comparten otras creencias, ideologías u orientaciones sexuales. Pero Israel se aferra a la fantasía para dar sentido a uno de los productos exportados/impuestos desde occidente al resto del planeta: “el estado-nación sustentado por un pueblo”.


El cóctel ideológico del sionismo en la matriz del estado-nación


Durante 500 años en Europa se fueron construyendo los estados como artefactos políticos que derivaron en el dominio u opresión hegemónica de unos grupos sociales hacia otros. De ahí que fueran expulsadas las personas judías por los Reyes Católicos, de Portugal, Inglaterra, etc, la expulsión de las musulmanas por Felipe III o las guerras de religión y persecuciones en casi toda Europa para lograr esos objetivos de estados-naciones con identidades uniformes y homogéneas.


 Un paradigma impuesto en el resto del planeta y por supuesto en Oriente Medio sin tener en cuenta la riqueza de grupos sociales y religiosos.







Los sionistas llegados a Palestina, además de armas, portaban esta mezcla ideológica de raíces culturales europeas para la construcción de su estado-nación con su “pueblo etnoreligioso” como presunto sujeto. Junto a ello, el componente colonial de supremacismo occidental ante las poblaciones nativas, y el “derecho a la impunidad” (internacional y mediática) ante sus futuros actos criminales en Palestina.


 Un “derecho a la impunidad” obtenido por la realidad de haber sido una de las minorías religiosas históricamente perseguidas en Europa. Toda esa maquinaria puesta en funcionamiento ha sido la que ha conducido de forma incesante la praxis del sionismo de “más y más tierra para nosotros y menos y menos población indígena en el territorio”.


 Este vector de empuje siempre ha sido indiferente a la existencia de una supuesta izquierda sionista cuyo campo de debate ha sido qué políticas aplicar, pero exclusivamente para el grupo social dominante, muy similar a los diferentes partidos en la Sudáfrica del Apartheid.


Apropiarse de más y más tierra, encerrar a la población palestina en guetos urbanos inhabitables o masacrar periódicamente campos de concentración como el de Gaza, con los ilegales muros que sean necesarios, ha sido el “programa indígena” de todos los partidos sionistas en Israel.


Ese cóctel ha quedado muy visible estas semanas. Si recordamos la imagen del francotirador de la película La lista de Schindler que aleatoriamente dispara contra prisioneros del campo de concentración, la emoción de cualquier persona es de horror y espanto. 


Por el contrario, si tomamos las imágenes de estas semanas de los francotiradores del ejército de Israel disparando aleatoriamente a las personas palestinas dentro de su campo de concentración de Gaza, entonces se disuelve el horror porque los medios de comunicación hablan de “choques” y “enfrentamientos” y los gobiernos occidentales hacen “un llamado a la sensatez, el diálogo y al proceso de paz”, que no es más que la pretensión de la rendición completa del pueblo palestino.


Palestina sólo exige la legalidad internacional, nada menos


Y es que a pesar de la manipulación, la legalidad internacional que ampara a Palestina sigue esculpida en piedra. Resoluciones de la ONU, Sentencia del Tribunal de La Haya contra el muro de Cisjordania, IV Convenio de Ginebra y mucha otra legislación incumplida hacen de Israel un estado forajido fuera de la ley.


Una de las resoluciones de la ONU irrenunciables para el pueblo palestino es la 194. Esta expresa el derecho al retorno de las personas refugiadas palestinas a sus casas (muchas siguen en pie) en el territorio de lo que hoy se llama Israel, ya sea a Tel Aviv, Haifa, etc, y a ser indemnizadas.


 Son más de 6 millones registradas por la UNRWA, la agencia específica de la ONU que Israel y EEUU desean que desaparezca para borrar un organismo que recuerda permanentemente que los refugiados palestinos no son producto de un huracán o terremoto sino de un crimen contra la humanidad. Las personas refugiadas de Yugoslavia o Ruanda regresaron con la pacificación de sus estados. Con Palestina se aplica una eterna excepcionalidad en la aplicación de la ley.


Por eso son ellas y ellos quienes tienen que exigir sus derechos con su vulnerable cuerpo. Durante estas semanas y hasta el 15 de mayo próximo, en Palestina se está desarrollando una gran movilización llamada la Gran Marcha del Retorno, #GreatReturnMarch.


 Mujeres, hombres, menores y mayores palestinas acampadas junto a las vallas y muros que les encierran, realizando una manifestación cada viernes y siendo acribilladas aleatoriamente y a sangre fría con balas explosivas. Ellas y ellos, agrupados en casi 200 organizaciones de base palestinas, nos lanzaron hace 12 años una apelación a los pueblos y países del mundo: Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel tal como se realizó exitosamente a la Sudáfrica del Apartheid.






Cuando ha habido una población nativa suficiente como para plantar resistencia a su colonización, el artefacto colonial siempre ha sido derrotado, y así ocurrirá en Palestina.


 El tiempo pondrá fin al macabro experimento, pero las decisiones de los pueblos, de los gobiernos, de las universidades, incluso de las empresas, con los crecientes boicots académico, institucional, cultural, económico, etc. harán que llegue mucho antes el momento histórico de conseguir el regreso de las personas palestinas refugiadas a un territorio de iguales derechos para todos sus habitantes, independientemente de la religión, identidad o grupo social.



  Todo por Hacer




Israel masacra a decenas de palestinos.


 

La cifra es provisional y aumenta a cada minuto. Cuarenta y un palestinos de la Franja de Gaza han sido asesinados hoy por el Ejército israelí en un día de protestas generalizadas contra el traslado de la embajada estadounidense desde Tel Aviv a Jerusalén, en la víspera del 70 aniversario de la creación del Estado de Israel, la Nakba (catástrofe) para los palestinos.




La cifra de heridos era, a la hora de publicar esta noticia, de 2.000 personas, casi la mitad por arma de fuego, y el resto por gases lacrimógenos y balas de goma. Decenas de personas se encuentran en estado muy grave o crítico, por lo que se espera que la cifra de muertos siga aumentando a lo largo del día.



El ataque israelí se ha producido al mediodía, cuando 35.000 personas se manifestaban en dirección al muro israelí que aísla la Franja en otra Gran Marcha del Retorno, que se llevan celebrando desde el Día de la Tierra Palestina, el 30 de marzo, y que reivindica el regreso de los millones de refugiados palestinos a sus tierras y hogares. 


 
Desde este día, Israel ha matado a un centenar de personas en la franja, y varios centenares desde que se anunciara a finales del año pasado la intención estadounidense de trasladar su embajada a Jerusalén.


Además de reprimir la manifestación con munición real, el Ejército israelí ha bombardeado los locales de Hamás en el norte de Gaza, provocando varios muertos. Los hospitales de Gaza se encuentran colapsados por la afluencia de heridos.
 

EL GOBIERNO DE NAVARRA HARÁ UN INFORME SOBRE EL ASESINATO DE GLADYS




El Gobierno de Navarra, mediante el recién creado Instituto de la Memoria elaborará un informe sobre las circunstancias que rodearon al asesinato de la activista Gladys del Estal que murió por un disparo de la Guardia Civil junto al puente del Ebro en Tudela el 3 de junio de 1979 en el marco de una manifestación pacifista.
 
 
 Así lo aseguró la consejera de Relaciones Ciudadanas Ana Ollo en el marco de la presentación del Instituto de la Memoria que realizó el pasado miércoles en Tudela. Ollo indicó que durante este año trabajarán en este informe junto con el de la investigación del asesinato de Germán Rodríguez, de cuya muerte en los Sanfermines de 1978 en Pamplona se cumplen ahora 40 años. Ollo afirmó que “se está trabajando en estos informes pero con mucha dificultad en este ámbito porque estas dos actuaciones que hemos hecho han sido recurridas por el abogado del Estado, además del debate político en el Parlamento que han generado”.
 
 
 La consejera añadió que la intención es tratar de acometer “la reconstrucción de la memoria de las víctimas y de sus familiares”.
 
La posible investigación y análisis de las circunstancias que rodearon a la muerte de Gladys se apoyan en uno de los objetivos del recién nacido Instituto para la Memoria, que, entre otras funciones, busca restablecer la memoria más reciente de las víctimas ocurridas entre los años 60 y la actualidad, tanto a manos de la banda terrorista ETA como de la Extrema Derecha.
 
 
 Sin embargo, estas últimas no tienen reconocida la condición de víctimas como ocurre con Germán Rodríguez, Gladys del Estal, Mikel Zabalza, Ángel Berrueta o José Luis Cano, frente a los muertos y heridos en Montejurra que sí tienen esa condición de víctimas del terrorismo, al considerar que fueron asesinados a manos de una organización criminal en relación con la Extrema Derecha. 
 
 
Para Ollo “no tienen esa condición de víctimas pese a que para la ciudadanía lo son. 
 
 
La ley foral de 2015 fue una de las últimas leyes aprobadas en la legislatura anterior por todas los grupos menos por UPN y PPN. El Gobierno de Madrid la recurrió al Tribunal Constitucional, y, mientras, se ha suspendido casi toda la aplicación de esta ley. Sólo han levantado la suspensión en algunos artículos anecdóticos pero uno nos permitió sacar una convocatoria de grupos de investigación universitarios para el estudio de algunos casos y hacer actos de reconocimiento a víctimas que no tiene aún ese carácter oficial”.
 
Diario de Noticias
 
 
 
 

El polémico artículo donde Rajoy dice que "los hijos de buena estirpe" superan "a los demás"

 
Igualdad humana y modelos de sociedad, por Mariano Rajoy

Alfredo Pérez Rubalcaba asegura que no le gusta mucho la hemeroteca, pero en el debate sobre el estado de la nación ha rescatado un artículo de Mariano Rajoy. 


Lo escribió en 1983 en el Faro de Vigo, cuando era diputado de Alianza Popular en el Parlamento de Galicia, y en él hizo un alegato en favor de los hijos de la buena estirpe que para el líder socialista es un insulto a las políticas contra la desigualdad.


Lo escribió en 1983 en el Faro de Vigo, cuando era diputado de Alianza Popular en el Parlamento de Galicia, y en él hizo un alegato en favor de los hijos de la buena estirpe que para el líder socialista es un insulto a las políticas contra la desigualdad.


En él, Rajoy escribía el párrafo que ha leido Rubalcaba:

"Ya en épocas remotas –existen en este sentido textos del siglo VI antes de Jesucristo- se afirmaba como verdad indiscutible, que la estirpe determina al hombre, tanto en lo físico como en lo psíquico. Y estos conocimientos que el hombre tenía intuitivamente –era un hecho objetivo que los hijos de “buena estirpe”, superaban a los demás- han sido confirmados más adelante por la ciencia: desde que Mendel formulara sus famosas “Leyes” nadie pone ya en tela de juicio que el hombre es esencialmente desigual, no sólo desde el momento del nacimiento sino desde el propio de la fecundación".


Uno de los tópicos más en boga en el momento actual en que el modelo socialista ha sido votado mayoritariamente en nuestra patria es el que predica la igualdad humana. En nombre de la igualdad humana se aprueban cualesquiera normas y sobre las más diversas materias: incompatibilidades, fijación de horarios rígidos, impuestos –cada vez mayores y más progresivos- igualdad de retribuciones…


En ellas no se atiende a criterios de eficacia, responsabilidad, capacidad, conocimientos, méritos, iniciativa o habilidad: sólo importa la igualdad. La igualdad humana es el salvoconducto que todo lo permite hacer; es el fin al que se subordinan todos los medios.


Recientemente, Luis Moure Mariño ha publicado un excelente libro sobre la igualdad humana que paradójicamente lleva por título “La desigualdad humana”. Y tal vez por ser un libro “desigual” y no sumarse al coro general, no ha tenido en lo que ahora llaman “medios intelectuales” el eco que merece.


Creo que estamos ante uno de los libros más importantes que se han escrito en España en los últimos años. Constituye una prueba irrefutable de la falsedad de la afirmación de que todos los hombres son iguales, de las doctrinas basadas en la misma y por ende de las normas que son consecuencia de ellas.


Ya en épocas remotas –existen en este sentido textos del siglo VI antes de Jesucristo- se afirmaba como verdad indiscutible, que la estirpe determina al hombre, tanto en lo físico como en lo psíquico.


Y estos conocimientos que el hombre tenía intuitivamente –era un hecho objetivo que los hijos de “buena estirpe”, superaban a los demás- han sido confirmados más adelante por la ciencia: desde que Mendel formulara sus famosas “Leyes” nadie pone ya en tela de juicio que el hombre es esencialmente desigual, no sólo desde el momento del nacimiento sino desde el propio de la fecundación.


 Cuando en la fecundación se funde el espermatozoide masculino y el óvulo femenino, cada uno de ellos aporta al huevo fecundado –punto de arranque de un nuevo ser humano- sus veinticuatro cromosomas que posteriormente, cuando se producen las biparticiones celulares, se dividen en forma matemática de suerte que las células hijas reciben exactamente los mismos cromosomas que tenía la madre: por cada par de cromosomas contenido en las células del cuerpo, uno solo pasará a la célula generatriz, el paterno o el materno, de ahí el mayor o menor parecido del hijo al padre o a la madre. 


El hombre, después, en cierta manera nace predestinado para lo que habrá de ser. La desigualdad natural del hombre viene escrita en el código genético, en donde se halla la raíz de todas las desigualdades humanas: en él se nos han transmitido todas nuestras condiciones, desde las físicas: salud, color de los ojos, pelo, corpulencia…hasta las llamadas psíquicas, como la inteligencia, predisposición para el arte, el estudio o los negocios.


Y buena prueba de esa desigualdad originaria es que salvo el supuesto excepcional de los gemelos univitelinos, nunca ha habido dos personas iguales, ni siquiera dos seres que tuviesen la misma figura o la misma voz.


Esta búsqueda de la desigualdad, tiene múltiples manifestaciones: en la afirmación de la propia personalidad, en la forma de vestir, en el ansia de ganar –es ciertamente revelador en este sentido la referencia que Moure Mariño al afán del hombre por vencer en una Olimpiada, por batir marcas, récords…-, en la lucha por el poder, en la disputa por la obtención de premios, honores, condecoraciones, títulos nobiliarios desprovistos de cualquier contrapartida económica…


Todo ello constituye demostración matemática de que el hombre no se conforma con su realidad, de que aspira a más, de que busca un mayor bienestar y además un mejor bien ser, de que, en definitiva, lucha por desigualarse.


Por eso, todos los modelos, desde el comunismo radical hasta el socialismo atenuado, que predican la igualdad de riquezas –porque como con tanta razón apunta Moure Mariño, la de inteligencia, carácter o la física no se pueden “Decretar” y establecen para ello normas como las más arriba citadas, cuya filosofía última, aunque se les quiera dar otro revestimento,


 Es la de la imposición de la igualdad, son radicalmente contrarios a la esencia misma del hombre, a su ser peculiar, a su afán de superación y progreso y por ello, aunque se llamen asimismos “modelos progresistas” constituyen un claro atentado al progreso, porque contrarían y suprimen el natural instinto del hombre a desigualarse, que es el que ha enriquecido al mundo y elevado el nivel de vida de los pueblos, que la imposición de esa igualdad relajaría a cotas mínimas al privar a los más hábiles, a los más capaces, a los más emprendedores…de esa iniciativa más provechosa para todos que la igualdad en la miseria, que es la única que hasta la fecha de hoy han logrado imponer.



 https://www.huffingtonpost.es/2014/02/25/articulo-rajoy_n_4854338.html







 

lunes, 14 de mayo de 2018

Del Abuso, la Violación y la Comisión para la Reforma del Código Penal


El sobresalto que ha supuesto la salida masiva de mujeres a la calle, para protestar por una sentencia, nos tiene sumidos en el desconcierto de querer traducir al lenguaje popular, los términos de una sentencia a todas luces incomprensible para una mayoría descontenta.


 Ya hace algún tiempo que el Consejo General del Poder Judicial, viene recomendando a los Jueces, Magistrados y demás personal Jurídico, que por favor se bajen del estrado y traduzcan sus palabras para que la gente destinataria de sus decisiones, los entienda.


Recomendación muy adecuada a estos tiempos, en que la ciudadanía empieza a estar más que harta de que los que cobran y viven de sus impuestos, se erijan en sus jefes en vez de en sus servidores.


Por eso es necesario en múltiples ocasiones, no solo adaptar la ley y la jurisprudencia al pueblo y la sociedad a la que representamos, sino además recordar que es en nombre de ellos, de la soberanía popular, por quien impartimos justicia, para descartar la formula tan rancia, lejana y totalitaria de impartir justicia en nombre del Rey.


Es cierto que somos una democracia nueva, y en algunos casos parece que casi sin estrenar, pues somos como aquel pájaro que de tanto estar enjaulado, cuando le abren la puerta no sale de ella. Y los que le abren la puerta, nuestros dirigentes e instituciones, siguen ajenos a nuestro derecho a salir de ella. Por eso, va siendo hora, tal y como se avecina los tiempos, de que todos aprendamos a ejercer de demócratas, y a utilizar los mecanismos correctos del Estado Social y Democrático de Derecho.


 O nuestra ancestral cultura totalitaria, permitirá que alguien venga a “salvarnos”, de ejercer nuestra libertad responsable, y nos marque las pautas de una nueva forma de totalitarismo al estilo de “Un mundo feliz” tal y como describía Aldous Huxley, y así aposentarnos cómodamente en él.


Pero sigamos con la famosa sentencia de” la manada”. ¿Que sabemos de ella? Una chica de 18 años, de los dieciocho años de ahora, es introducida en un portal donde cinco hombres de considerable tamaño y edad cercana a los 30, la penetran bucalmente en cinco ocasiones, vaginalmente en tres y analmente en una, sin su consentimiento (que se haya podido probar, porque los hechos probados tal y como su nombre indican, no refieren lo que realmente ocurrió, sino aquello de lo que existen pruebas de que ocurrió).


 La Audiencia que lo juzga, compuesta por tres miembros, fíjense en su número impar, buscado de propósito para que los conflictos que se les presenten puedan resolverse por mayoría, en el caso de no existir acuerdo, condena por mayoría de dos magistrados (un magistrado y una magistrada) contra un magistrado que quiere absolver.


Y aquí surgen todos los conflictos. El primero de ellos es que condena por abuso sexual, cuando las acusaciones, compuestas por el Ministerio Fiscal, el abogado de la víctima, el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra, solicitan una condena por Agresión Sexual, que es como nuestro lenguaje jurídico tan alejado y ajeno al ciudadano, ha decidido llamar a la violación.


 La diferencia entre uno y otro, además de una importante reducción de la pena de aproximadamente la mitad de años de prisión, consiste en que para que exista violación (nombre con el que todo el mundo conoce a la Agresión Sexual), es necesario que exista además, violencia o intimidación.


Y el voto predominante, de la magistrada y el magistrado que da lugar a la sentencia, consideran que no ha existido violencia ni intimidación. 


Para asombro de todo lector, de lo que ellos mismos declaran, hechos probados de la sentencia. ¿Cinco hombres de fuerte complexión en el descansillo de una escalera no intimidan a una chica de 20 años? ¿Que era cinturón negro de taekwondo o la hermana de Steven Seagal? Y volvemos a los entuertos jurídicos, esos que nos llevan a los juristas, a estar de espaldas a la ciudadanía que paga los ingresos de servidores públicos, y que les lleva a pensar que Jueces y Magistrados están al servicio del poder y no de ellos.


Violencia e intimidación, en el lenguaje jurídico, tiene un significado diferente a lo que se entiende en la calle, y hasta en el diccionario de la RAE. Y con esto queda claro, que si hablamos en distintos idiomas con el convencimiento de que hablamos el mismo, no hay manera de entenderse.


Pero prosigamos con la sentencia, si grave es que la ley y las palabras que esta maneja no utilicen el lenguaje de los ciudadanos a los que se les aplica, más grave es todavía que además, como se induce del voto particular, quienes la aplican vivan tan ajenos a la realidad social actual. Los delitos contra libertad sexual, ya no son delitos contra la honestidad, tal y como el magistrado del voto particular, estudio durante sus años de carrera.


Porque la honestidad de las mujeres ha dejado, por lo menos formalmente, de estar entre sus piernas. Y esto significa, que una mujer puede prestar su consentimiento y mantener relaciones con un hombre, sin que ello implique que esté dispuesta a mantener relaciones con el resto de la población masculina.


Y exactamente puede desear tener un grado o tipo de relaciones y no dar su consentimiento para más. Aunque ello implique que te atribuyan el famoso apelativo tan tendente a doblegar la voluntad, de calienta p…… También implica que mantener una conversación con un hombre aunque sea subida de tono, y tomarte unas copas con él, para nada significa que te estés insinuando y accediendo a mantener relaciones sexuales con el mismo.


 Y todo ello porque estos delitos, ahora se encuadran entre los delitos contra la libertad sexual.




Eso sí aún no hemos llegado a la fase de que sea un delito contra la integridad física y psíquica, digno de protección de oficio por el estado. 


Aún resulta necesario que la víctima denuncie y mantenga su denuncia durante los años que pueda durar el procedimiento, para que el violador sea condenado. Y por supuesto, se pueden llegar a arreglos económicos previos, para que la víctima retire la denuncia y el violador no sea condenado.


Vamos, que vamos tan solo un pasito por delante de los países en que si el agresor se casa con la violada, ya no hay delito. Y esto solo, debería de ser suficiente, para sonrojar hasta las orejas a cualquier ciudadano decente, miembro de un país del llamado primer mundo y con más de 2000 años de civilización.


Menos mal que nos queda la agravante de género, esa que nadie sabe qué hacer con ella, porque como es nueva, y no hay suficiente jurisprudencia en la se hayan pronunciado los altos tribunales. Esos llenos de señoros que estudiaron cuando estos eran delitos contra la honestidad y que anclan sus disertaciones jurídicas en el derecho al honor de las mujeres, pues resulta un adorno conveniente dentro de nuestro código penal.


Porque cuando un hombre viola a una mujer, en ningún caso lo hace porque su género es el femenino. Y por tanto, esta agravante, tampoco se aplica en la sentencia.


Para resolver todo este dislate, ha decidido el ministro que una comisión prepare una reforma del Código Penal. Muy necesario por otra parte para que los violadores de menores dejen de ser condenados por abuso en vez de por violación, porque los niños que desconocen lo que está pasando y se fían del criterio del adulto, no se opusieron claramente.


 O para que se entienda, que si una mujer esta drogada, borracha, desmayada o padece alguna deficiencia psíquica invalidante, y por ello no se opone, y alguien mantiene relaciones sexuales con ella, no es abuso, es violación de igual manera que si se hubiera opuesto verbalmente. 


Pues no está capacitada para prestar su consentimiento. De idéntica manera, que no se considera válido ese consentimiento, para casarse, firmar un contrato o cualquier otro acto de naturaleza civil. O para que quede más clarito, el cuerpo de una mujer es suyo y ella decide cuando, como y con quien y cuando ella no lo decide y no es su voluntad, sea dentro del matrimonio, de la pareja o fuera de ella, sea monja o prostituta, es violación. ¿También cuando es prostituta? también.


 Al igual que uno puede robar un banco, cuya actividad principal es prestar dinero, también puede violar a una prostituta cuya actividad principal es mantener relaciones sexuales. Y eso es de primero de sexualidad. AHHH que en este país no hay asignatura de sexualidad, pues claro, si la realidad social nos demuestra cada día que no es necesario. Es mejor que se sigan educando con la pornografía y que nadie les explique que lo que ocurre en las películas es ficción y no la vida real. Si a alguien se lo ocurre que debe de impartirse, por favor no se lo encomienden ni a los curas ni a las prostitutas.


Por último, es necesario puntualizar algo de suma importancia, ser mujer, no significa no ser machista, tampoco significa no estar imbuida dentro del sistema patriarcal. Todos hemos sido educados dentro del sistema patriarcal que ha atribuido al hombre durante siglos de historia, el poder sobre las mujeres. Y muchas mujeres lo han asimilado como algo natural. Todos al margen de ser de derechas, de izquierdas, católicos, ateos o como cada uno quiera definirse. No vale por tanto señor Ministro que nombre usted una comisión paritaria, se necesita el plus de que los miembros de dicha comisión sean conscientes de las desigualdades de género.


Y eso Sr Ministro, no le llega a uno por inspiración divina, ni se le presenta por el hecho de haber nacido mujer. Eso aunque filosofas, historiadoras, políticas y pensadoras, lleven más de dos siglos escribiendo sobre ello, necesita conocerse. Para constituir una comisión que sea realmente efectiva, necesita que los que la compongan además de ser mujeres, y de ser especialistas en Derecho Penal tengan perspectiva de género, y sean conscientes de las desigualdades históricas y estructurales de la mujer.


 Claro está, esto será así, si lo que quiere usted es arreglar el entuerto, en vez de ponerse de espaldas a la ola esperando a que pase, porque le advierto, no es una olita es un maremoto.



 Elena Rabade





Torra, Rufián y el pijo Sardà

Jordi Galves


 

Produce una cierta gracia que hoy la prensa de Madrid llame “títere” a Quim Torra, el próximo presidente de la Generalitat autonómica. Y que lo vayan repitiendo precisamente ellos, los designados, los señalados con el dedo, los delegados sucursalistas, los miméticos, los obedientes culs llogats, los esclavos morales y políticos de Madrid.


Nunca habríamos pensado decir que Miquel Iceta fuera un títere o que Inés Arrimadas, la hija del policía, Xavier Domènech, Xavier García Albiol fueran títeres de nadie, pero si los comparamos con la sólida dimensión humana, política e intelectual, siempre independiente y franca de Quim Torra, no quedan muy bien parados, la verdad, no parecen muy consistentes.


 ¿Qué sería de ellos y de su gesto arrogante sin los paramilitares de la Guardia Civil que les envía Enric Millo?


 El Muy Honorable presidente José Montilla ¿fue un títere de alguien o fue, políticamente, él mismo? Quizá imaginan que todo el mundo es igual y, por ello, no entienden que puedan existir políticos leales y consecuentes con sus propias convicciones políticas. 


No comprenden aún lo que es el independentismo ni su poder civil. Entienden mucho mejor a personalidades como la de Ramon Espadaler y su gasolinera familiar que ahora provee al PSC. Si Carles Puigdemont ha sido y sigue siendo leal al encargo que le hizo el presidente Mas en el pasado, lo mismo ocurrirá con Quim Torra porque el personalismo, el aventurerismo o la arbitrariedad hoy no tienen recorrido.


 Que Torra es un excelente candidato a la presidencia de la Generalitat, lo corroboran hoy las portadas de los periódicos de Madrid. ¿A quién esperaban que escogiera Carles el Irreductible, a Santi Vila, a Pilarín Bayés?


Lo que ya no entiendo tanto son algunas de las últimas manifestaciones del singular diputado Gabriel Rufián. Primero comparó, enfadado, mi anterior artículo aquí, en El Nacional, con otro de José Antonio Zarzalejos. Me hace muy feliz poder discrepar de Su Ilustrísima, porque contrariamente a lo que dicen algunos, el independentismo es un espacio de libertad de pensamiento y palabra y no un régimen de unanimidades. Bienvenida sea, por tanto, su comparación, aunque pueda parecer abusiva.


Quizás es bastante improbable que quien ha sido señalado por un juez de la justicia española como presunto propagador de odio independentista, con el visto bueno de Joan Tardà, de Cornellà, pueda ser a la vez compañero ideológico de Zarzalejos.


 Al diputado Rufián le gustan las sorpresas y los trucos de efecto, vendería su alma por gustar. Como cuando proclamó a través de los micrófonos de RAC1, antes de ayer, que Oriol Junqueras, desde Estremera, había recomendado ¿a los catalanes? ¿ a los independentistas? ¿a los votantes y militantes de ERC? que escucharan a Xavier Sardà. Sardà, la antigua estrella de la televisión basura, el sabio del españolismo, con buena sonrisa y mejor bolsillo, el engreído, el superior.


 Yo le he escuchado decir horrorizado que “la independencia favorecería a unas doscientas familias de la élite barcelonesa”, que no votó el primero de octubre mientras lo hacía la mayoría del país y a algunos nos apaleaban, que está preocupado porque el Gobierno de Madrid no tiene un discurso internacional para combatir el del independentismo que defienden Carles Puigdemont, Marta Rovira o Anna Gabriel. Sardà, una persona que ha criticado que el presidente Puigdemont no se haya puesto en manos de las autoridades españolas para ser llevado ante la justicia.


Para ser castigado y escarnecido, añado yo, sin imaginar demasiado lo que seguramente pasaría. Sardà, el pícaro, el cínico, ¿la cara más falsa y pija del PSC es lo que tenemos que escuchar? 


Jordi Galves


Cuando el rey no era constitucional


Apenas fallecido el dictador Franco, Juan Carlos de Borbón fue proclamado rey de España. En la ceremonia, el nuevo jefe de Estado juró lealtad a Franco, exaltándolo,  y los Principios  del Movimiento Nacional. Fue un 22 de noviembre.
 No sabemos qué tenía en la cabeza, aunque cabe deducir por lo ocurrido luego, siguiendo a Pérez  Royo, que el monarca tenía clara la restauración de la monarquía borbónica, viniera lo que viniera ; fueron tres años de reinado con el fárrago entramado del franquismo.
 Y lo que vino, a finales de 1978, tras el consenso propio, la responsabilidad y generosidad  política y civil y la presión ajena, fue la Constitución,  refrendada por la ciudadanía, en un "o todo o nada", que aceptó la monarquía en el paquete rogado presentado al pueblo en referéndum. No estábamos para otra cosa .
Desde su proclamación hasta la entrada en vigor de la Constitución, (1975-1978) fue un rey sin Constitución, es decir, ejerció su jefatura con las leyes del franquismo. Unas leyes que habían abolido la Constitución democrática de 1931.
Cuando el rey no era constitucional, corrió a los pocos días de ser proclamado, un 26 de noviembre a conceder el Ducado de Franco a la hija del dictador. No tardó mucho. 
 
Con las leyes que habían derogado el artículo 25 de la Constitución republicana de 1931, que no reconocía distinciones ni títulos nobiliarios, el rey, dice el texto del decreto de 1975, concedió el ducado, con grandeza de España, en razón de "su Real Aprecio" y por las "excepcionales circunstancias y merecimientos que en ella concurren". 
  
Nunca supimos en qué consistía dicho Real Aprecio y los merecimientos de la regalada, pero los sospechamos .
Las leyes franquistas habían abrogado la Constitución republicana y restablecido las disposiciones, a estos efectos nobiliarios, de 1912, en las que se había apoyado antes el dictador, por cierto, para, creyéndose él  mismo monarca absoluto, - incluso entraba bajo palio en las catedrales causando el espanto de los cardenales más integristas-, conceder mercedes nobiliarias hasta a más de una treintena de sus afectos y leales y a los militares golpistas más sanguinarios, desde entonces, duques o marqueses, y ricos terratenientes. 
Han pasado muchos años, tenemos Constitución y leyes, entre otras, la Ley de la Memoria Histórica, que el rey debería ser el primero en cumplir. No hay motivos confesables para no haber cumplido la ley hasta ahora. No caben en nuestros días  honores y merecimientos ajenos a los valores democráticos.

El rey lleva años haciendo el cristo ante la oleada democrática, y los partidos turnantes practican un dontancredismo irresponsable, más el PSOE, incluso con  mayoría absoluta, desleal con la memoria, no ya de todos, sino con la de los suyos. La democracia heredó los honores de la dictadura sin siquiera hemoal que lo aliviara, ayudando a la perpetuación de los valores simbólicos del franquismo.

Hoy, nos dice el Gobierno que los títulos son solo honoríficos, el honor de los valores  del franquismo; no es de extrañar de un Gobierno sostenido por los reductos  neofranquistas de la sociedad española, de un partido fundado por franquistas, con ministros cantores del Novio de la Muerte.

 Y el rey guarda silencio. No creo en la culpa hereditaria, pero si en la responsabilidad, en la ejemplaridad, y temo la complicidad del monarca con  los valores defendidos por su padre, que no son otros que los del agradecimiento al caudillo por poner los cimientos de la restauración borbónica. Intereses de "Casa", real por supuesto, que diría BourdieuPero, ¿y el PSOE?
Podrían explicarnos desde el Gobierno qué tipo de honores representan los  herederos nobiliarios del franquismo. No son los valores civiles de una democracia, republicana o no, ni representan honores de un patriotismo cívico, tal como lo expresa Habermas. Son los herederos de la infamia, los detentadores del botín de guerra.  
Porque la represión, además de física y moral, fue también económica, cuyo mayor exponente fue la depredación de los bienes y propiedades de numerosos   ciudadanos españoles. Y por supuesto, la represión simbólica, consistente en la perpetuación de la presencia del dictador y las señales de su victoria contra la democracia.
En España queda poco honor, ni siquiera el honor y el valor de la resistencia a tanta ofensa institucional a los principios  de la libertad y la democracia. Es, además y sobre todo, una cuestión de decencia.
Javier Aroca


 

Rivera&Cia, fraude político e ideológico a España



Cuando se analiza en profundidad a Rivera&Cia uno entra en un espacio de inexistencia de una ideología política y a un partido que cimenta su existencia en un ultranacionalismo similar al de Marine Le Pen y en ultraliberalismo económico cercano al Tea Party norteamericano 


 Rivera&Cia es el mayor peligro que tiene nuestra democracia en la actualidad. No pensemos en Cataluña, ni en el crecimiento de los movimientos de ultraderecha o del mal llamado populismo de izquierda.


 En España sólo hay una amenaza para nuestro sistema de libertades: el partido presidido por Albert Rivera. La razón principal es porque están siendo opacos con sus verdaderas intenciones a pesar de que en las declaraciones públicas que hacen van mostrando poco a poco su verdadera cara. 


C’s es mucho más que Rivera&Cia y realizar una crítica a todos los afiliados y dirigentes es injusto porque en sus filas hay gente muy válida, limpia, respetable y que está dando la cara por defender principios fundamentales que su líder pretende hacer creer que también defiende pero que, en realidad, son la cortina de humo que oculta una realidad oscura y fantasmagórica.


 Por esta razón, y para no engañar más a los españoles, Albert Rivera debería plantearse registrar la marca Rivera&Cia en vez de Ciudadanos porque este término tiene un significado mucho más grande de lo que él podría pensar jamás, dado que el mediocre es el que se oculta detrás de su ignorancia con cuatro ideas y con palabras grandilocuentes.


 Por esta razón, no nos referiremos a C’s, sino a Rivera&Cia para ser respetuosos con aquellos que sí aportan desde la brillantez, el compromiso, la inteligencia y la magnificencia.


El Procés catalán ha dado alas a Rivera&Cia en las encuestas, adelantando, incluso, al propio Partido Popular. 


La dureza que han mostrado hacia los políticos catalanes independentistas y sus negativas a que se llegue a producir un diálogo para solucionar el tema han calado en un electorado que aún sigue muy sensible al nacionalismo español y a la «defensa de la Patria».


Este hecho demuestra que nos encontramos ante un partido ultranacionalista que defiende aspectos similares a los planteados por Marine Le Pen, Víktor Orbán, Jaroslaw Kacynsky, Donald Trump o Vladimir Putin, por citar algunos.


 La exaltación de los valores patrios tiene siempre consecuencias negativas para el pueblo. La historia nos lo ha mostrado y no tenemos que irnos más allá de la década de los años 30 del siglo XX en Europa para entenderlo.


El mero hecho de que un partido se presente sin ideología ya es un fraude y las declaraciones de sus líderes son la mejor muestra de ello. Albert Rivera afirmó sin ningún tipo de rubor que «a mí me importa más España que las personas». 


Esta frase la podría haber pronunciado José Antonio Primo de Rivera perfectamente.


 Comparen con esta frase del fundador de la Falange: «hay algo sobre los partidos y sobre las clases, algo de naturaleza permanente, trascendente, suprema: la unidad histórica llamada Patria».


El mensaje es el mismo, anteponer un elemento etéreo a las necesidades del pueblo, una especie de mezcla del perfil de Pinochet, Videla, Mussolini, Trujillo, Fujimori o el propio Adolf Hitler, hombres que transmitieron un mensaje similar en momentos de crisis, los instantes que la historia abre la puerta a los mediocres que pintan discursos sin base pero que calan en los pueblos desencantados.


La realidad es que a Rivera no le interesa ni España ni, por supuesto, su pueblo. Él tiene mucho más interés en Argentina, Panamá, Chile, Colombia y, según se colige de sus amistades, presuntamente de los corruptos venezolanos que utilizan nuestro país como centro de operaciones.


Le interesa mantenerse cercano a sus amigos dictadores privados o a ex presidentes habituales de las puertas giratorias, junto a lo malo de familias españolas, catalanas, cántabras, madrileñas o venezolanas que están amparadas por Panamá, Luxemburgo, Hong Kong o Suiza.


Lo mismo ocurre con los derechos de todos los ciudadanos. Rivera no tuvo ningún problema en afirmar que el matrimonio homosexual generaba tensiones o las dirigentes de Rivera&Cia no apoyaron la huelga feminista del 8 de marzo porque preferían centrarse en lo que «unía a las mujeres».


 ¿Acaso una situación que está normalizada como el matrimonio entre personas del mismo sexo genera algún tipo de tensión, salvo con los grupos ultracatólicos? ¿La reivindicación de igualdad de género no es algo que une a las mujeres? ¿No será que Rivera&Cia no cree en la igualdad?


Rivera volvió a demostrar su visión «democrática» cuando afirmó que «Las dictaduras no tienen democracia, no tienen libertad, pero tienen cierta paz y orden porque todo el mundo sabe lo que hay». 

La persona que encabeza en la actualidad las encuestas de intención de voto de los españoles, con estas palabras, hizo una verdadera apología de la dictadura. ¿No es esto un verdadero fraude democrático? Esto es lo que tienen los que se presentan ante los españoles desnudos de ideologías, pero con un objetivo oculto basado en los intereses de las dictaduras privadas.


Respecto a su «desprecio» a los nacionalismos hemos llegado a escuchar frases en las que se llegaba a afirmar que los que no piensan como ellos no era gente normal o amenazas directas de utilizar la violencia contra los independentistas como hizo Juan Carlos Girauta al amenazar con que «acabaréis mal».


 Sin embargo, todo ese odio hacia el nacionalismo «periférico» es una impostura porque Rivera no ha dudado en apoyar unos Presupuestos Generales del Estado pactados con el Partido NACIONALISTA Vasco. Cuando el dinero está de por medio, Rivera&Cia no duda a quien apoyar, sean nacionalistas, españolistas o lo que sean.


 No hay duda, si el dinero está por medio, allí encontrarán al partido naranja. El líder naranja ya lo dejó claro cuando afirmó que «A los separatistas en Cataluña, en cuanto les tocas el bolsillo se bajan del carro», frase que, por salud, no merece comentario alguno.


Pero no acaba ahí el fraude que significa Rivera&Cia. Afirman que tienen soluciones para el empleo como el contrato único, una trampa diseñada en los grandes centros de poder económico, pero siguiendo unas teorías ultraliberales de destrucción de los derechos de los trabajadores impropias de un político del siglo XXI o que tiene el valor de definirse a sí mismo como «socialdemócrata».


 Uno de los fichajes estrella de Rivera&Cia, José Ángel Crego, no dudó en preguntarse que «¿Por qué una empresa, después de haber dado trabajo durante 10 años a esa persona, además tiene que pagarle indemnización?».



Rivera&Cia, además, se ha caracterizado por tener personajes en sus puestos dirigentes que luchan por las causas de países que someten a una parte de su población a un estado de apartheid o incumplen sistemáticamente las resoluciones de Naciones Unidas.


El propio Juan Carlos Girauta es un fanático defensor del Estado de Israel —al igual que Rivera que ha puesto varias veces al país del Medio Oriente como ejemplo de las políticas a aplicar en España— y coordinador del Intergrupo de Amistad España-Israel.


Rivera&Cia no tiene ni ideología ni estrategia política. Rivera sólo se mueve en base a un programa oculto basado en los planteamientos más duros de las élites financieras o de los organismos económicos supranacionales que tanta desgracia han creado en distintos pueblos del mundo, España incluida.


 ¿Qué ha venido a hacer Rivera en la política nacional? ¿A quién pretende engañar?


 Él y gran parte de su cúpula lanzan mensajes que el pueblo acoge porque utiliza la demagogia política (su única arma por la carencia absoluta de ideología) uniéndola a la sublimación de sentimientos del nacionalismo patriótico, inventándose enemigos donde no los hay, tergiversando e, incluso, queriendo que el gobierno incumpla con las leyes de las que él mismo se ha erigido como el paladín de su defensa.


 Rivera&Cia no puede llegar jamás a ocupar un puesto de poder en este país porque si han tenido el valor de exigir el incumplimiento de las leyes para poder seguir manteniendo el nicho electoral, ¿qué le impedirá destrozar el sistema democrático?


Rivera no engaña a nadie puesto que, una vez se calmen las aguas de Cataluña, se quedará sin discurso o continuará con los mensajes vacíos que no son más que añagazas de curandero ambulante.


 ¿Por qué no le pide Albert Rivera a la mujer de Nart que le dé clases?



 Manuel Domínguez Moreno